lunes, 22 de febrero de 2021

LA LEY DE ATRACCIÓN

LA LEY DE ATRACCIÓN
LA UTILIDAD Y BENEFICIO
DE APLICARLA EN NUESTRA VIDA

En cualquier parte del mundo que estemos, sea Lima, Londres, París, etc., todos trabajamos bajo el mismo poder de la atracción: todo lo que a tu vida llega es porque tú lo has atraído a través de las imágenes que tienes en tu mente y a través de tus pensamientos.
Prentice Mulfort, nos dice: “Cada uno de tus pensamientos es un objeto real, una fuerza, así que debemos de tener mucho cuidado con lo que pensamos”. Si tienes pensamientos negativos como odio, rencor, cólera, atraerás más pensamientos negativos y te cargarás de ellos hasta hacerte el mayor daño posible.
El doctor Bob Proctor, en una audaz propuesta de pensamiento nos dice: “Si lo ves en la mente lo tendrás en la mano”; ello porque los pensamientos se materializan en objetos.
Para Joe Vitale, “nuestros pensamientos envían una señal magnética que atraen hacia ti una señal paralela. El pensamiento o actitud mental que predomina es como un imán que atrae la señal semejante”.

Asimismo, para Bob Doyle, “a la ley de atracción no le importa si tu percibes algo bueno  o malo; si lo quieres o no lo quieres. Sólo responde a tus pensamientos, de modo que si estás contemplando tu montaña de deudas y si te sientes mal  por ello, esa es la señal que estás emitiendo al universo: ‘me siento fatal por todas las deudas que tengo’. Lo estás afirmando a ti mismo, lo sientes en todos los planes de tu existencia. Por lo tanto, obtendrás más de lo mismo.”
Michael Bernard Beckwith, señala: “Cada vez que alguien tiene un pensamiento o piensa prolongadamente de una manera, se está produciendo un proceso de creación en su mente y algo se manifestará de esos pensamientos”.
Por ello, la importancia que debe tener en nosotros cuidar que nuestra mente sólo genere pensamientos positivos. Estos son mucho más poderosos que nuestros pensamientos negativos. Tenemos que elegir los pensamientos positivos cuidadosamente, de tal manera que tu vida se convierta en una obra maestra y tú seas el principal ejecutor de esa obra.
Uno ejercicio básico para conseguir una mente positiva es la meditación. A través de ella silencias tu mente, ayudándote a controlar tus pensamientos y revitalizando tu cuerpo. Este ejercicio lo debes practicar por lo menos diez minutos cada día.
Es a través de nuestros sentimientos que podemos expresar lo que pensamos. Observa tus sentimientos ante los diferentes eventos de tu vida. Por ejemplo, observa qué pasa en tu interior si, de pronto, el carro en el que vas, pasa por un bache o si te han dado malas noticias, y vas a sentir una sensación en el estómago o en el plexo solar instantáneamente.
Tus sentimientos son una señal inmediata para saber en qué estás pensando. Según el manejo de tus buenas emociones y sentimientos percibes, cuando te sientes bien, el entusiasmo, la felicidad, la gratitud, el amor. ¡Imagínate si pudieras sentir esto todos los días. Los especialistas en la conducta humana, nos señalan que si te sientes bien, estas creando un futuro que seguirá las sendas de tus deseos; si te sientes mal estás creando un futuro que se desviará de la senda de tus deseos. Cuando te sientes mal, el universo se está comunicando contigo y te está diciendo ¡atención, cambia tu manera de pensar, elige pensamientos positivos!, y llegaran buenos sentimientos y buenas emociones.

El doctor Charles Haanel explica: “No hay mejor poder en el universo que el poder del amor. El sentimiento del amor es la frecuencia más elevada que puedes emitir. Si pudieras amar a todas las personas y cosas de la misma manera, tu vida se transformaría”.
Es importante señalar que, dentro del conocimiento humano, se ha logrado establecer la Ley de Atracción como un factor importante en el desarrollo del ser humano. De tal manera que, en la práctica, esta búsqueda científica se va reencontrando con el conocimiento del mundo espiritual enunciado en la Biblia.
Dentro de ella se encuentran principios que van siendo reafirmados a medida que la ciencia humana los va encontrando. Es por ello importante mantener una mente positiva y, sobre todo, tener la fe necesaria para conseguir un desarrollo personal que nos permita vivir en armonía con nosotros mismos, con nuestro ambiente y con los demás seres.

LA PALABRA DE DIOS



LA PALABRA DE DIOS
VIGENCIA E IMPORTANCIA DE SU CONOCIMIENTO Y APLICACIÓN EN NUESTRAS VIDAS

La palabra Biblia, viene del griego “Biblia”, plural de “biblion”, ‘libritos’. La Biblia, pues, constituye una colección o biblioteca de muchos libros, los mismos que se encuentran  divididos en dos secciones: El Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento.
Según Casiodoro de Reyna y Cipriano de Valera, el Antiguo Testamento narra la historia del pueblo de Israel. Esta historia se basa en la fe del pueblo en el Dios de Israel. Los autores de esos libros, escribieron lo que Dios había hecho con ellos, como pueblo, y en qué forma habían de adorarlo y obedecerlo en respuesta a su amor.
A continuación detallaremos los libros del Antiguo Testamento y cómo están agrupados.
·         Los libros referentes a la ley: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.
·         Los libros históricos: Josué, Jueces, y Rut; 1 de Samuel y  2 Samuel; 1 Reyes y  2 Reyes; 1 Crónicas y 2 Crónicas; Esdras, Nehemías y Ester
·         Los libros Poéticos y de Sabiduría: Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantares.
·         Los libros de los Profetas Mayores: Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel, Daniel.
·         Los libros de los Profetas Menores: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías, Malaquías.
El Nuevo Testamento, según la antigua versión de Casiodoro de Reina, revisado por Cipriano de Valera, los libros del Nuevo Testamento fueron escritos por los discípulos de Jesucristo. Ellos querían que otros oyeran que la vida nueva, es posible a través de la vida, muerte y resurrección de Jesús. A continuación mostramos los diferentes grupos de libros que componen el Nuevo Testamento, también se mostrarán las cartas escritas por San Pablo, aunque exegetas y eruditos discrepen de la autoría de algunos de ellos.

El Nuevo Testamento se divide en:
Evangelios
·                     libros de Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
·         Cartas Paulinas: Romanos, 1ra Corintios, 2da Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1ra Tesalonicenses, 2da Tesalonicenses, 1ra Timoteo, 2da Timoteo, Tito, Flemón.
·         Cartas Generales: Hebreos, Santiago, 1ra Pedro, 2ra Pedro, 1ra Juan, 2da Juan, 3ra Juan, Judas.
·         Libros históricos: Hechos de los Apóstoles.
·         Libro profético: Apocalipsis.

En los actuales tiempos, llenos de cambios e incesantes variaciones, podemos apreciar con claridad que varias de las señales antes del fin, expresadas en el evangelio de San Mateo, ya se han cumplido. Más aun, la ciencia humana predice graves alteraciones del medio ambiente en el corto plazo. Lo único cierto y seguro es estudiar las enseñanzas de la Santa Biblia, para buscar la paz y el gozo del hombre, a través de las enseñanzas que nos da la Biblia. De esta manera, podemos ser conscientes de lo predicado por Mateo, capítulo 7, versículo 24: “Cualquiera pues que me oye, estas palabras y las hace, le compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre una roca”.
De las enseñanzas mostradas sobre la Biblia, podemos comprender que el camino de la salvación se encuentra al seguir el camino de Jesucristo. Él es el camino, la verdad y la vida.
El hombre tiene, pues, ahora, que empezar a meditar sobre estas palabras. No está viviendo acorde con las sabias enseñanzas; necesita de un crecimiento espiritual; así mismo, necesita una permanente conexión con Dios, a través del cumplimiento de su palabra. Así, podrá experimentar en su interior los frutos del espíritu como la paz y el gozo.
A continuación, mencionaremos algunas enseñanzas escritas en la Biblia, que nos servirán de guía en la vida diaria y que fortalecerán nuestro espíritu y nuestra fe:
·         Ante de las dificultades y adversidades de la vida, que muchas veces agobian al ser humano — haciendo que algunos de ellos tiren la toalla — hay en el Antiguo Testamento una enseñanza muy importante: “Mira que te mando, que te esfuerces y seas valiente. No temas ni desmayes porque Jehová tu Dios estará contigo donde quiera que vayas”. Es este mandato que va directamente a nuestra vida; tenemos que luchar, esforzarnos, sin temor alguno, sin cobardía, pues debemos enfrentarnos a la adversidad y a los problemas del hombre, contando con Dios. Y ello porque Él ha dicho: “Si tú estas conmigo, quién contra ti”.

Creemos con certeza que, para que el hombre consiga el éxito en el desarrollo personal, tiene que contar con la fe, necesaria y suficiente, que le permita andar el camino sin perturbación. La fe sin obras es fe muerta, como lo dice Santiago.

·         Es importante resaltar la enseñanza escrita por Mateo 19, 16 y 17: “Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno ¿qué bien haré para tener la vida eterna?  Y él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno Dios”. En este texto, podemos apreciar con suma claridad, el conocimiento claro de Jesús acerca de la naturaleza pecaminosa del hombre, ya que Jesús, no le permitió al joven rico que lo manipulará, cuando le dijo: “Maestro bueno”. Más bien, le respondió contundentemente: No hay ninguno bueno, incluyéndose él mismo, y que él único bueno es Dios.
En el análisis de esta interacción entre Jesús y el joven rico, podemos ver la debilidad que tiene el hombre en su propia naturaleza.

Jesús, continuando su interacción con el joven rico, le dijo: “Más si quieres entrar en la vida eterna, guarda los mandamiento”. A lo que el joven le respondió: “Todo esto lo he guardado desde mi juventud, ¿qué más me falta?. Y Jesús le dijo: “Si quieres ser perfecto, vende lo que tienes y dalo a los pobres y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra se fue triste porque tenia muchas posesiones”.

De este diálogo entre Jesús y el joven rico, concluimos que el segundo, a pesar de guardar los mandamientos de su juventud, sentía un vacío dentro de su ser, por lo que le preguntó: “¿qué más me falta?”. Y esto se debía a que el joven rico estaba aferrado a la vida material. Sólo creía en lo que pueden ver sus ojos y tocar sus manos. Era un hombre sin fe, pero que tenía mucho dinero. Pero no era feliz, pues no tenía a Dios en su corazón. Asimismo, podemos apreciar, que Jesús le dice: “Deja todo y dáselo a los pobres” y lo convoca a estar con él. Pero lo cierto es que el joven, agacha la cabeza y se va triste, porque no quería dejar todas sus posesiones.

Continuando con este diálogo, Jesús dijo a sus discípulos: “De cierto os digo que, difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos”.

·         Hay otra enseñanza de Jesús , importante para el hombre, la cual es mencionada en Mateo 26, 39. En ella, Jesús ora en Getsemaní: “Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible pase de mi esta copa, pero no sea como yo quiero sino como tú”.

En este pasaje se puede apreciar la debilidad que tenemos los hombres en nuestro ser. Sin embargo, a pesar de ello, existe la oración como una herramienta para vencer el temor que se nos presenta en algunos momentos de nuestras vidas. Es con su vida misma, que Jesucristo nos enseña lo vital para la vida del hombre y el gran poder que tiene la oración, pues a través de ella nos comunicamos con el Padre y nos fortalecemos espiritualmente. El propio Jesucristo, nos lo vuelve a reafirmar en un momento difícil para él, próximo a ser capturado para ser crucificado: “Otra vez fue y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad”. (Mateo 26, 42).
Este pasaje reafirma contundentemente la necesidad de la oración pues, sólo a través de esta, podemos adquirir la fuerza necesaria para hacer lo que tenemos que realizar, en favor de nuestro crecimiento espiritual.

·         Es importante resaltar los pasajes bíblicos, que muestran a un Jesús muy humano, haciendo uso de la misericordia y de la compasión. San Juan 2, versículos 3, 4 y 5: “Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Y Jesús le respondió: ¿Qué tienes conmigo mujer? Aún no ha venido mi hora. En este pasaje, Jesús se compadece de su madre y muestra un rostro humano y misericordioso.

Asimismo, en Juan 2, 5 manifiesta: “Su madre dijo a los que servían: “Haced todo lo que él os dijere”. Y Jesús convirtió el agua en vino. Este pasaje, nos muestra que Jesús todavía no empezaba su misión ni a predicar, y ya su madre le pedía que hiciera un milagro. Jesús, a pesar de todo, realizó el milagro por amor y compasión a su madre. Esto nos muestra la grandeza, la bondad y la misericordia que tenía para con las personas, conociendo la fragilidad y debilidad de los seres humanos.
Por esta razón, no nos queda más a los hombres que clamar a Dios para que nos responda y nos enseñe las cosas que no conocemos.

·         Otro de los aspectos de la naturaleza humana, enseñados en la Biblia, se encuentran en 2da. Timoteo 1, 7: “Porque Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”.

Lo tratado en este pasaje, nos lleva a la conclusión de que un cristiano no debe ser una persona falta de fe, con vacío espiritual, con ansiedad, con tensión, sin autocontrol y autodominio, y que se deje llevar por el impulso. Más aun, nos señala que contamos con el poder necesario para aplicar en nuestra vida diaria las enseñanzas de la Santa Biblia, que nos permiten crecer en el espíritu: muriendo nuestras malas acciones y como consecuencia de esta decisión, adquiriendo el dominio propio. Ello nos permitirá afrontar los problemas de la vida con la ecuanimidad, serenidad y mansedumbre del caso. El hombre, conciente de su necesidad de cambio y de su fragilidad, tiene que nacer de nuevo, de tal manera que sea una nueva criatura, que deje las cosas y los pensamientos viejos que ya pasaron. Todos los pensamientos, las acciones, tienen que ser nuevas.

La Biblia nos indica directamente y claramente, cuando nos manifiesta cuáles son las obras de la carne:  Adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías y cosas semejantes a estas, acerca de las cuales la Biblia nos señala, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de los cielos. En Gálatas 5, versículos 19, 20 y 21, cuando nos la menciona como: Así mismo, la Biblia nos señala que los injustos no heredarán el reino de Dios.
   Es necesario hacer recordar, que la persona que se considera cristiana tiene que luchar por conseguir los frutos del espíritu. Estos son mencionados en Gálatas 5, versículos 22 y 23: “Más el fruto del espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza”.

         Es importante señalar que el cristiano debe tener estos frutos en su espíritu para poder llamarse como tal; de lo contrario, de no existir aun todos estos frutos en nuestra mente y espíritu, no podemos considerarnos verdaderos hijos del Reino de Dios.

·         En nuestro aprendizaje de la Palabra de Dios, tenemos que tener siempre presente el gran poder que tiene Jesús sobre las cosas materiales. Habiendo fallecido Lázaro, llevando cuatro días de muerto, Jesús le dice: “Lázaro, ven fuera”. Y Lázaro resucito de entre los muertos. Es este poder de Jesús, el que nos permite tener la fe necesaria para poder enfrentar los problemas del diario vivir. Más aun, si sabemos que Jesús está vivo, pues el mismo resucitó, posee una inteligencia profundamente infinita y escudriña la mente del hombre.

·         Es necesario advertir que, todo acto que realice un ser humano trae una consecuencia que puede ser buena o mala para él. Es en este sentido, que Santiago,  1, versículos 13, 14 y 15, nos dice: “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios, porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni Él tienta a nadie, sino que cada uno es tentado por su propia concupiscencia, la misma que lo atrae y lo seduce.”

Por esta razón, si a una persona le va mal en todos los actos de su vida es porque vive una vida sin valores, alejada de Dios; porque se encuentra ciega y en tinieblas. Sin embargo, a pesar de ello, Dios, en su infinita misericordia, está llano a escucharnos y sobre todo escuchar a aquellas personas dispuestas a iniciar una vida nueva, arrepintiéndose del mal que han hecho, con la finalidad de llevar una vida digna, útil a ellas mismas, a su familia y a la sociedad.
Tengamos pues, siempre presente, la gran fragilidad que tiene el hombre y la certeza de que Dios es conocedor de nuestra fragilidad. De esta manera, podemos pedir el apoyo de Él para enderezar nuestro camino.

·         Todas las personas que llevan y practican la Palabra de Dios en su vida diaria, cuentan con las promesas hechas por Jesús en el Nuevo Testamento. “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios, hablaran nuevas lenguas, tomarán en las manos serpientes y si bebieren cosas mortíferas no les harán daño, sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán”. (Marcos 16, versículos 17 y 18).

Finalmente, debemos decir que, el mensaje cristiano, a pesar del tiempo transcurrido y de los grandes avances de la ciencia y de la tecnología, está más vigente que nunca y el mundo necesita mucho de él. El hombre actual carece de amor a sí mismo, y a su prójimo; y se encuentra en una crisis de fe y de valores. Todo ello está acarreando a la sociedad una serie de problemas que no tienen solución sino en Dios.
Solamente haciendo uso de la Palabra de Dios encontraremos solución, pues ella nos muestra el amor a Dios sobre todas las cosas, el amor al prójimo como a nosotros mismos y, sobre todo, la preeminencia del amor sobre todas las cosas.
Además, siempre debemos recordar lo que Jehová (Dios) nos dice a través de su santa palabra: “Miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra”. (Isaías 66, 2)





martes, 14 de febrero de 2017

LA LIBERTAD

LA LIBERTAD: VERDADERA CONQUISTA DEL SER HUMANO

Según el diccionario de la Lengua Española Everest, “la libertad es la facultad natural de obrar de una manera o de otra, y de no obrar”. Constituye, por tanto, el verdadero logro o meta de la persona humana. El tenerla no es fácil, ni se nos regala por el simple hecho de venir al mundo. Por el contrario, la libertad se debe conquistar. Por esta razón, es que se puede decir: “el que quiere celeste, que le cueste”.
Es así como, pese a los problemas de la vida diaria y a obstáculos de diversa índole, vamos encontrando conquistas de distinto orden social, económico, cultural, etc.
Por lo tanto, el hombre debe estar dispuesto a luchar dentro de sí mismo para mantener su libertad, proveyéndose de armas tan necesarias como los valores, los principios espirituales, morales y, sobre todo, de un autoconocimiento.
Cada persona tiene en su cuerpo y en su salud un tesoro que cuidar, pues somos criaturas divinas, hechas a la imagen de nuestro Creador, con un espíritu en nuestro interior. Es necesario resaltar esto, porque muchos jóvenes — sin autoestima y con patrones de conducta negativos — se comportan de manera autodestructiva y se involucran en múltiples problemas, los cuales se agravan gradualmente hasta llegar a niveles diversos  de autodestrucción. Ello hace que formen pandillas en sus barrios, roben constantemente y se droguen utilizando alcohol, cocaína, PBC, marihuana, etc.
De esa manera, pierden su libertad —pasando a  ser verdaderos esclavos del vicio — y atraen a su vida todo tipo de problemas, involucrando a la familia, su centro de estudio y extendiendo dichos daños a la comunidad.
Este tipo de personas se vuelve irresponsable y pierde el respeto a sí mismo. De este modo, va en contra de su propia dignidad, perdiendo con ello la libertad, pues esta es “responsabilidad en acción”.
A lo largo de la evolución histórica de la humanidad, hemos tenido pensadores, filósofos, e intelectuales notables (Platón, Marx, Kant, Freud, Espinoza, etc.) que han estudiado el comportamiento humano, y decían: “ser libres es conquistar la libertad. Asimismo, según Erich Fromm, cuando una persona encuentra la libertad en su vida, puede elegir libremente entre dos opciones y liberarse de las pasiones irracionales.
Un ejemplo de conducta productiva es la de una persona que opta por luchar en la vida, siendo responsable y digno, convirtiéndose en un ejemplo. Este es el caso de Jorge, un joven que vive en un asentamiento humano y que proviene de una familia de escasos recursos económicos. Él se encuentra estudiando en la universidad pero no tiene recursos para comprar un libro y debe tomar una decisión: o deja de estudiar o decide ir a la biblioteca de su localidad para poder prestarse los libros y leerlos. Asimismo, busca tener amigos de mejor situación económica, que le puedan prestar los libros.
Este es un caso en el que podemos apreciar a un joven que opta por el bien, por educarse y tener un mejor futuro, tanto para él como para su familia: Jorge lucha por su libertad.
También podemos dar un ejemplo de conducta madura y responsable. Pedro es un joven que tiene una enamorada y la ama. No es mujeriego sino que crece y madura responsablemente al lado de ella. Ambos, poco a poco, se desarrollan en la vida, respetándose mutuamente. Este caso, es un ejemplo de la lucha por la libertad para liberarse de las pasiones irracionales.
Si el caso fuera contrario, si se tratara de la adopción de una conducta autodestructiva, si Pedro no luchara por su libertad, si no respetara a su enamorada, se podría convertir en un adicto al sexo y, más aun, podría incurrir en el exceso de faltarle el respeto, teniendo otras enamoradas al mismo tiempo. De esa manera, estaría faltándole respeto a su cuerpo, exponiéndolo a todo tipo de enfermedades y restándole dignidad. Así, habría perdido su libertad y se podría convertirse en un esclavo de sus bajas pasiones e instintos, lo cual lo llevaría a su autodestrucción.
El ser humano, por naturaleza es un ente social, pues no es único en el mundo, ya que convive con los demás. Esta situación implica que todo hombre necesita aprender a vivir socialmente, lo cual lleva a aprender a interactuar de forma positiva con los demás seres en la comunidad.
Etimológicamente, la palabra “societas” significa “compañerismo”. La sociabilidad una atribución esencial del hombre; de allí, que el hombre, en su verdadera naturaleza, sea un ser para los demás. Por tal razón, es vital para él saber comunicar sus emociones y sentimientos adecuadamente. Por ejemplo, si un padre de familia escucha tanto a su esposa como a sus hijos; comprende y da soluciones racionales a los problemas de su hogar, conjuntamente con su esposa e hijos, con ello logrará constituir un hogar armónico y feliz orientado al desarrollo de todos los integrantes de esa familia.
Pero, muchas veces —a pesar de conocer en su vida la belleza de la libertad— el hombre elige con sus actos y conductas el mal camino (hacerle daño a los demás, a su cuerpo, etc.). De este modo, pierde su libertad al no poder conquistar sus pasiones, al no poder superar el miedo que genera su incierto futuro. Para poder luchar por su libertad deberá conquistar su mente, llenándola de valores, principios, pensamientos positivos.
Como bien dice el doctor Ben Jhonson: “Empieza a tener en tu vida pensamientos felices y empieza  a ser feliz. La felicidad es un sentimiento del estado del ser. Tú tienes el dedo en la tecla de sentirte bien. Apriétalo ahora y mantenlo apretado con firmeza, pase lo que pase alrededor”. De esta manera, nos indica cómo el hombre tiene en sus manos la decisión de ser un hombre auténticamente libre y feliz, aun cuando tiene necesidad de metas claras y precisas de lo que quiere. Ello le significa tener un propósito para su vida; aquello que le va permitir vivir, luchar con esfuerzo y tenacidad, para cumplir con el propósito que tiene planteado (se le cierra una puerta y se le abren mil).
El hombre que lucha tiene energía positiva y está conectado con su Dios permanentemente y logra conseguir a través del tiempo sus objetivos y metas planteados.
Uno de los aspectos importantes para poder triunfar en la vida es: “Conocerse a sí mismo”. Sólo a través de un exhaustivo análisis personal, podremos autoconocernos. Y al hacerlo, entenderemos nuestra propia naturaleza, ir mejorándola y comunicar nuestras emociones correctamente, apreciando nuestras virtudes y defectos así como los de los demás.
Para ello, tenemos que hacer uso práctico de los valores morales y cristianos, aplicándolos diariamente. Ello nos permitirá ser consciente de la realidad, pudiendo observar el mundo tal como es, sin anteojeras ni caretas.
Una de las preguntas claves que se hace todo ser humano es: ¿Qué motivo tengo yo o las otras personas para poder seguir viviendo? Las respuestas podrían darse de acuerdo con la calidad de la persona; o sea, si es negativa, sin valores, no tendrá motivos para vivir positivamente y optará por la autodestrucción, experimentando todos los comportamientos negativos sociales (búsqueda de refugio en el alcohol, en la droga, en el abuso sexual, en la ludopatía, etc.). Pero, si es una persona positiva, su respuesta será tal y la llevará a una vida en paz consigo misma y con los demás. Este hecho le permitirá ser digna y productiva.
Para ser libres en la vida, nuevamente el pensador y filósofo Erich Fromm, afirma que “… no podemos ser pesimistas y cancinos, sino todo lo contrario. Sólo pueden ser libres los entusiastas, los que creen en la vida y en su carácter sagrado”. De lo señalado por este pensador, podemos inferir que está hablando indirectamente de la existencia de un poder superior llamado Dios y que los que cultivan en su espíritu y mente pensamientos positivos —visualizándose mentalmente a sí mismos, como personas triunfadoras y hombres de bien—  saben realmente lo que quieren. Estos, a su vez, poseen un sentido real de por qué vivir, lo cual los convierte en seres libres, con independencia, dotados de amor hacia ellos mismos y hacia su prójimo.
El hombre que ha decidido ser positivo, no es ansioso ni desesperado por lo material, pues tiene fe y lleva en su corazón la palabra de Dios:  “Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas os serán añadidas.” (Mateo 6, 33). Este pasaje es una gran verdad, pues nadie mejor que Dios sabe lo que nos hace falta.
Otro de los aspectos relativos a la libertad personal es que un hombre libre es aquel que es consciente de su realidad y se adecua a ella luchando por mejorarla sanamente. El hombre que vive alienado, es decir, que no vive su propia realidad sino que imita todo lo que ve en películas, periódicos, televisión, radio, entre otros, no tiene conciencia de su realidad sino que vive una vida falsa y, por lo tanto, ha perdido su identidad y  libertad.

Vivir en libertad constituye el verdadero logro del ser humano, porque sólo así el hombre puede conquistar su futuro y ayudar a los demás. Este es uno de los grandes valores que nos impulsa a luchar.

LA AUTOESTIMA

LA AUTOESTIMA: PILAR CLAVE DEL ÉXITO PERSONAL

El hombre es creación de Dios, el mismo que, sin lugar a dudas, representa la inteligencia y el poder supremo universal. Por tanto, lo adecuado para el comportamiento del hombre es ser consciente de que tiene en el interior de su cuerpo el espíritu de Dios y, en consecuencia, es criatura divina. La palabra de Dios lo reafirma cuando señala: ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo, Dios lo destruirá a él”.(1ra. Corintios, 3, 16). De esa forma clara y directa el Creador nos indica lo vital que debe ser el respeto del hombre a sí mismo, a través del equilibrio cuerpo-mente, porque en la vida, algunas veces, se puede ser un hombre sano físicamente pero emocionalmente puede estar lleno de odio, amargura, envidia, deseo de venganza, rencor, etc.
Todo ello se complica más cuando no sabemos comunicar ni identificar nuestras emociones. Por ello, para poder mantener una adecuada autoestima, tenemos que estar conectados a Dios permanentemente a través de la oración y la meditación, y cumplir en la vida diaria con las ordenanzas y estatutos, establecidos en la Biblia, porque la Biblia misma nos señala: “Y todo cuando pidiereis en oración si tenéis fe lo alcanzarás” (Mateo 21, 22).
El doctor Wayne Dyer, conocido en el mundo por ser autor de uno de los grandes libros para el comportamiento psicológico, Tus zonas erróneas, sostiene que “si te faltas respeto a ti mismo, no solo faltas el respeto a una de las mayores creaciones de Dios, sino a Dios mismo”. Otros investigadores han descubierto que se pueden tener avances en el comportamiento humano por medio de la famosa ley de atracción. Esta nos indica que podemos atraer lo bueno a nuestra vida, siempre y cuando nuestra mente y espíritu esté en armonía con el Creador, cuya energía es permanentemente positiva, llena de amor, paz y bondad hacia los seres humanos.
Asimismo, el prestigioso mentalista Michael Bernard Beckwith, manifiesta que “cada vez que alguien tiene un pensamiento o piensa prolongadamente de una manera, se está produciendo un proceso de creación, algo se manifestará de esos pensamientos, de tal manera que si lo ves en la mente lo tendrás en la mano”. Es así como, por medio del pensamiento positivo, podemos ayudarnos en la consolidación de nuestras vidas.
Más aun, el doctor Joe Vitale nos indica: “Es importante que te sientas bien, porque este sentimiento es la señal que emites al universo y atrae más de lo mismo hacia a ti, así que cuando mejor te sientas más atraerá las cosas que te ayudarán a sentirte bien”.
Todos estos aportes intelectuales, manifiestan con claridad la importancia de tener pensamientos sanos y positivos en medio de nuestras vidas. De esta manera, podremos contar con el apoyo de Dios, el mismo que guiará nuestros pasos en el caminar por la vida y te llevará a ser una persona de éxito.
En consecuencia, tenemos que señalar, claramente, que si tienes o has tenido una forma de pensar negativa y autodestructiva en tu vida debes comenzar por romper con tu pasada forma de pensar. En esta perspectiva, tienes que empezar a luchar para cambiar tus pensamientos. Ello no será sencillo, pero tienes que persistir para que, gradualmente, logres cambiar tu mente negativa a una mente positiva. Así, experimentarás un cambio en tu vida, la misma que será más agradable y placentera de acuerdo con tus avances.
El doctor Prentice Mulford sostiene que, “a menos que te llenes a ti  mismo, no tendrás nada que dar a los demás. Por tanto, es imprescindible que primero cuides de ti”. En este mismo sentido, la psicóloga Lisa Nichols afirma “… que la única responsable de tu felicidad, de tu estado de ánimo y de dicha total eres tú. Por eso ni siquiera tus padres, hijos, ni tu pareja tiene control alguno sobre ti mismo”.
De lo explicado, podemos ver con claridad que nuestra felicidad y alegría en la vida reside en nuestro interior y depende de nuestras decisiones internas cambiar. En consecuencia, a través de una mente positiva, atraerás bendiciones a tu vida, el Creador estará a tu lado y ningún obstáculo, por grande que sea, impedirá tu felicidad. Referente a esto, Jesús nos indica: “Si tú estás conmigo, ¿quién está contra ti!”.
Es necesario señalar la importancia de la meditación para la consolidación de una mente positiva. Al respecto, Wayne Dyer dice: “La meditación es una forma de experimentar lo que no pueden percibir los cinco sentidos”. Es por eso, de vital importancia meditar profunda y diariamente, de manera tal, que empieces un cambio de pensamiento interno, que te permita recibir la ayuda de la suprema inteligencia universal, Dios.
En la historia de la humanidad, uno de los más grandes científicos Albert Einstein —al verse maravillado del equilibrio y armonía de la creación— manifiesta: “Dios no juega a los dados”. Ello significa que el universo tiene un porqué, una razón de ser, un equilibrio y una armonía fascinantes.
Finalmente queremos decir que es vital en el hombre el aseo personal, la limpieza e higiene, los buenos modales, la práctica de algún deporte (básquet, fútbol, pesas, gimnasio etc.); asimismo, la lectura de libros edificantes y constructivos, de superación personal, siendo a nuestro criterio la santa Biblia, un libro donde se hallan todas las respuestas a las preguntas del hombre. Mediante su lectura, se llena nuestra mente de pensamientos positivos u se hace realidad y visibiliza el refrán popular: “mente sana en cuerpo sano”.
La frase bíblica “Ama al prójimo como a ti mismo”, nos impele a que valoremos a nuestros hermanos sin ninguna distinción; pero también a que nos amemos a nosotros mismos, que cuidemos, por ejemplo, de nuestra manera de vestir, así que el ser un hombre pobre no es excusa para andar sucio, desordenado y mal vestido. Si la persona tiene posibilidades de utilizar la cromática al vestir, enhorabuena. Asimismo, es vital evitar las malas palabras y las lisuras y siempre tener presente, el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, quien en todo momento, andaba con sus túnicas impecables, limpias, pulcras y poseía, entre uno de sus varios atributos, la templanza, o sea el dominio de sí.

Por ello, para ser hombre de éxito debemos actuar con corrección y ser positivos en el fondo y en la forma. Igualmente, siempre debemos tener presente el texto bíblico: “Digo pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de si con cordura conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno”. (Romanos, 12, 3).

LAS EMOCIONES


IMPORTANCIA DEL CONOCIMIENTO DE LAS EMOCIONES EN LA PERSONA HUMANA

A lo largo de la historia de la humanidad, uno de los temas más estudiados y analizados por diferentes científicos, filósofos, mentalistas, o psicólogos, es el de la emoción, ya que de ella depende nuestro equilibrio emocional, es decir, nuestra paz interna.

Pero ¿qué es la emoción? Sobre ella se han pronunciado diversos especialista y, en razón de sus reflexiones, podemos concluir que se trata de “cualquier agitación y trastorno de la mente, sentimiento, pasión; cualquier estado mental vehemente o excitado”.
En el interior de nuestra propia mente, coexisten miles de emociones así como diferentes combinaciones de ellas.
 A continuación, para un mayor conocimiento y difusión de las emociones, presentamos algunas de las familias básicas, conocidas y aceptadas por diferentes investigadores:

·   La ira, a la que pertenecen también la furia, ultraje, el resentimiento, la cólera, el odio, la irritabilidad.
·   La tristeza, cuya familia también es integrada por el miedo, el terror, el pavor, el nerviosismo, la fobia y el pánico.
·   El placer, con el que se relacionan la diversión, la alegría, la felicidad, la satisfacción, la gratificación, el placer sensual y el éxtasis.
·   El amor, a cuya familia pertenecen la adoración, la simpatía, la amabilidad, la afinidad y la aceptación.
·   La sorpresa, con la que se asocian el asombro, el desconcierto y la conmoción.
·   El disgusto, que se puede manifestar en la  aversión, el desprecio, la repulsión y el menosprecio.
·   La vergüenza, relacionada con el  arrepentimiento, la mortificación, la culpabilidad, la molestia, la humillación, etc.
El hombre es un ser muy complejo y complicado. Dentro de su mente puede albergar las más insospechadas emociones. Más aun, los seres humanos  somos como una caja de Pandora: con frecuencia, cuando nos  abrimos ante los demás sacamos las más pestilentes emociones, el veneno mental y, lo que es peor, ni siquiera nos damos cuenta de que estas emociones residen en nosotros. Por ello podemos afirmar que no nos conocemos a nosotros mismos. Muchas veces, nuestro comportamiento social está lleno de estas emociones: iras, resentimientos, deseos de venganza, furias, etc. En el diario vivir, estas emociones ocultas empiezan a salir a la luz ante la presencia de un hecho concreto que origina la detonación. Y estas emociones, ocultas, negativas, se convierten en algo inmanejable, incontrolable y algunas veces lamentablemente trágicas.
Yo puedo decir:  “No me cae tal persona, porque me hace recordar a mi padrastro que golpeaba a mi madre”. Pero como yo no me conozco a mí mismo en mi lado emocional y, por lo tanto, no puedo controlar mis pensamientos y mis sentimientos, agredo a esta persona, por el solo hecho de parecerse a mi padrastro. Y, al agredirlo sin ninguna razón, me estoy convirtiendo en un peligro social, en un tipo agresivo y belicoso que actúa sin pensar, movido por emociones de odio, desprecio y resentimiento.
Las personas con este comportamiento, se convierten en seres irracionales. No tienen en cuenta que deben actuar como seres pensantes y visualizar sus malas emociones internamente y eliminarlas mentalmente, a través de la práctica de dicho proceso mental.
Así, pues, para tener un comportamiento ideal y correcto, debemos aprender a conocer nuestras emociones, nuestros sentimientos; a entender cómo se perciben estas dentro de nuestra mente. Y, sobre todo, aprender a manejarlas en la vida diaria y ante situaciones determinadas. Es necesario entender, que debemos de aprender a bloquear nuestras emociones cuando estas son negativas  (cólera, aversión, fobia, etc.).
Las emociones que residen en nuestra mente se manifiestan en impulsos que nos llevan a actuar. Son como planes instantáneos que nos permiten enfrentar la vida, los cuales nos han sido inculcados, según las investigaciones de Daniel Goleman.
La palabra emoción proviene del verbo latino “motere” (‘mover’), al cual se ha adicionado el prefijo “e” (‘desde’). Esta etimología nos sugiere que, en toda emoción, está implícita una tendencia a la acción.
Actualmente, con el avance de la tecnología y la ciencia, el funcionamiento del cerebro ha sido estudiado en detalle por diferentes investigadores. De entre ellos, Daniel Goleman es quien nos indica que, con la emoción de la ira, la sangre fluye en las manos y así resulta más fácil tomar un arma o golpear al enemigo; así mismo, que el ritmo cardiaco se eleva y hay un aumento de la adrenalina, la cual genera un ritmo de energía lo suficientemente fuerte para generar una acción vigorosa. Del mismo modo, el tener una cólera intensa nos puede subir la presión arterial, aumentando nuestro ritmo cardíaco, lo cual —dependiendo de la intensidad y la frecuencia— puede llevar al infarto o al derrame cerebral.
Cuando una persona se percata de que tiene tendencia constante hacia la emoción de la cólera, es necesario que tenga un nivel de prevención y prudencia consigo misma. Por esta razón, debe evitar en su vida diaria el tener emociones intensas que le puedan causar un daño irreparable.
De todo lo explicado, es vital para un ser humano, joven o adulto, tomar conciencia de sí mismo, de tal manera, que pueda reconocer las emociones y los sentimientos que alberga en su mente. De este modo se le hará posible expresarlos de una manera adecuada. Por ejemplo, si sientes celos por una persona, puedes identificar tu emoción y hacer conciencia de si tiene una base real o es producto de tu imaginación sin razón alguna.

Una emoción  mal manejada puede llevarnos a cometer diferentes grados de agresión a otro ser humano, pudiendo llegar hasta un crimen pasional. De ahí que la famosa frase “pensar antes de actuar”, nos va ayudar mucho en la vida. Asimismo, el conocerse a sí mismo va a ser de vital importancia, de tal manera que podamos encontrar nuestras fortalezas y debilidades internas, y así llegar a obtener el debido autocontrol y dominio personal. Con ello conseguiremos evitarnos un sin fin de problemas en la vida.
La sociedad, en estos tiempos, está plagada de violencia de todo género. Al interior de las familias no existe comunicación; no se sabe expresar con propiedad las emociones y sentimientos. Ello está generando un cuadro dramático a nuestra vida social. A este respecto, podemos mencionar la existencia de padres que saben cómo hacer que sus hijos se sientan queridos, no se comunican con ellos, ni son capaces de expresarse mediante ni siquiera mediante una caricia física. Menos aun, son capaces de aconsejarlos acerca de  cómo comportase en la vida.
Por otro lado, los hijos, al no hallar cariño y comprensión y no ser escuchados dentro de su célula familiar, almacenan en su interior todas sus emociones y sentimientos y no liberan dicha energía. Este es el caso de aquellos infantes que tienen problemas en el colegio —los cuales  podrían ser fáciles de solucionar mediante el diálogo con sus padres— y no hallan cómo solucionarlos. Estos problemas, con el paso del tiempo, van creciendo hasta llegar a ser inmanejables.
Es por ello que empiezan a buscar la compañía del barrio o de la pandilla. Allí encuentran que son escuchados y comprendidos, dentro de la hermandad pandillera, sin darse cuenta se van introduciendo en un submundo que va a generarles un problema mayor.           
Dentro de estas pandillas, se van volviendo seres marginados y comienzan a adoptar patrones de conducta negativos, los mismos que gradualmente los van llevando al consumo de alcohol y drogas; a la realización de robos, asaltos, etc. para conseguir el dinero para comprar;  e, incluso, a la ruptura máxima del patrón social como es el asesinato.
El cuadro mencionado tiene su origen en la falta de diálogo familiar y, sobre todo, en el desconocimiento de las emociones que se presentan en cada una de las personas y en el interior del hogar.
Actualmente son tiempos de escasez de fe y pérdida de valores. Por esta razón, es necesario estar conectado diariamente con Dios, a través de la oración y la meditación; la lectura de la Biblia; la práctica de las enseñanzas en la vida real. Y ello porque el espíritu de Dios que mora en nosotros empieza a guiarnos; a orientarnos en nuestros actos, en el manejo emocional; refrena nuestra lengua; apacigua la ira, el dolor y la pena; y nos impulsa a ser otras personas, convirtiéndonos en criaturas nuevas al renacer espiritualmente.
Hoy en día, hay mayor necesidad de conocimiento de la palabra de Dios. “Porque se levantará Nación contra Nación y Reino contra Reino y habrá pestes y hambre, y habrá terremoto en distintos lugares”. (Mateo 24:7). Y como todo ello ya ha ocurrido y sigue ocurriendo, la responsabilidad del hombre de este tiempo es mayor por lo que tiene que aprender a conocer y controlar sus emociones y sentimientos negativos.
Seguidamente, presentamos algunos consejos proporcionados por Daniel Goleman, que pueden ayudar en la vida diaria a tener autocontrol y dominio personal, ante actos que nos generen cólera, ira o cualquier emoción negativa.
Para ello, nuestra herramienta va a ser el manejo del pensamiento. Debemos pensar:

1) Detente, cálmate y piensa antes de actuar.
2) Cuenta el problema y di como te sientes.
3) Proponte un objetivo positivo.
4) Piensa en una cantidad de soluciones al problema.
5) Piensa en las consecuencias posteriores.
6) Practica el mejor plan que has estructurado.
Wayne Dyer afirma que hay que repetirse a sí mismo, en su propia mente: “Yo puedo controlar mis pensamientos. Mis sentimientos provienen de mis pensamientos. Por tanto, yo puedo controlar mis sentimientos. De esa forma yo puedo elegir cómo sentirme”. Con la internalización permanente y la práctica de estos pensamientos en tu mente, conseguirás sentirte como una persona capaz de controlarte.
También, dentro del campo de las emociones, existe una habilidad social clave que se tiene que aprender a manejar: “La empatía”. Esta es la capacidad de comprender los sentimientos del otro y respetar su manera de pensar.
De la práctica del control de las emociones y pensamientos, vamos a obtener el crecimiento espiritual, el cual nos llevará a obtener, como dijera Pablo “Los frutos del espíritu (los cuales son): amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza”. Es a partir del conocimiento y de la residencia de estos frutos en tu mente que vas a poder entender que has comenzado el camino que te conducirá a una vida plena de felicidad.


LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Y SU CONEXIÓN CON LA ESPIRITUALIDAD

En los actuales momentos, vivimos tiempos muy difíciles, en los que la célula fundamental de la sociedad, la familia, se ve bombardeada y amenazada en su supervivencia. Ello es debido a diversos factores que van desde lo económico (los bajos sueldos, la falta de empleo, la subida de precio de los productos básicos, etc.); pasan por lo social (delincuencia juvenil, pandillas, violaciones, asaltos, etc.); y por lo cultural (el exceso de revistas y pasquines con mala información y orientados a la pornografía, etc.).
Ante este panorama social, por el que atraviesa nuestro país, y la evidente falta de fe y de valores en la mayoría de la población      —aunado al escaso conocimiento de herramientas de autoayuda, que nos permitan conocernos mejor— hemos emprendido este trabajo con la finalidad de suplir esta deficiencia.
Las emociones centrales del ser humano como el temor, la ira, la tristeza y el placer se expresan en el rostro humano y son reconocidas casi por todos los pueblos del planeta; desde los altamente industrializados hasta aquellos con un escaso nivel de desarrollo.
En este contexto, lo primero que haremos es definir qué se entiende por inteligencia. Esta se entiende como “la facultad de comprender, la capacidad mayor o menor de saber o aprender”.
Desde el punto de vista, el hombre es un ser complejo y difícil en su mente y no hay aún respuestas claras sobre cómo clasificar sus emociones. Sin embargo, lo que sí podemos aseverar es que un hombre que posee inteligencia emocional, sabe manejarse correctamente, respecto de sí mismo, logrando un equilibrio en su yo interno, mejorando su relación con los demás, llegando a conocer con claridad sus sentimientos y emociones, y manejándose de la mejor manera.
Las ciencias psicológicas y psiquiátricas, a pesar de sus avances, no dan todas las respuestas requeridas por el hombre. Hay emociones aún no estudiadas y profundizadas. Al respecto, en su libro Inteligencia Emocional, el ya referido  profesor, Daniel Goleman, menciona: “Respecto a las emociones ¿qué podemos decir de las virtudes como la esperanza, la fe, el coraje, la indulgencia, la certeza y la ecuanimidad? La respuesta es ‘no hay aún respuestas claras y exactas’. Por tal razón, consideramos que el hombre debe estudiarse científicamente, desde su visión emocional y sentimental, pero sin dejar algo básico para el desarrollo humano, el conocimiento de la palabra de Dios, la que le va a permitir nutrir su espíritu y crecer, que es uno de los principios fundamentales del cristianismo.
Dentro de las habilidades consideradas por la inteligencia emocional se encuentran el autodominio, el celo, la persistencia y la capacidad para motivarse a sí mismo. Y es justamente en este aspecto donde vamos a incidir, o sea, en la capacidad que tiene una persona para motivarse.
Es en esa fuerza interior en la que algunas personas tienen su fortaleza ya que —pase lo que pase, problema o dificultad que se  presente— nada las derribará pues su fuerza no está en lo físico, sino que proviene de su interior; o, más claramente, de su espíritu. Sin lugar a dudas, el hombre que está conectado con la mente universal, creadora de todo, Dios, obtiene su energía positiva a través de la fe; y esa creencia que está por encima de cualquier razonamiento humano, cosa o poder material, es la que le permite obtener fortaleza espiritual.

En tal sentido, pensamos que es positivo y favorable para una persona conocerse a sí misma emocionalmente, tanto internamente como en su relación con los demás. Sin embargo, dada la dimensión espiritual del hombre, ello no le bastará ni lo llenará totalmente. La esfera espiritual propia del hombre está por encima de cualquier ciencia o conocimiento humano. La prueba concreta de ello es que a través de la historia han ocurrido milagros, sucesos que no pueden ser explicados por la ciencia; y, más aun, todo el avance tecnológico no hace capaz al hombre de darles una explicación.
En la historia de la humanidad, hubo una persona que dividió la historia en antes de él y después de él. Fue Jesucristo. Hizo milagros como resucitar muertos; entre ellos, a Lázaro. Más aun, realizó también varios milagros que no pueden ser ni siquiera pensados por la ciencia. No obstante ello, la mayoría de personas han perdido la fe.
Pero, ¿qué es la fe? La respuesta la hallamos en el Nuevo Testamento: “La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. (Hebreos 11, 1)
En la actualidad, la ciencia nos habla de la existencia del calentamiento global. En los próximos treinta años va a haber una serie de cambios climatológicos, que causarán desequilibrios geológicos alarmantes. Uno de ellos es el derretimiento de los cascos polares, lo cual va a traer trastornos a todo el planeta.
¿Por qué en la Biblia, dos mil años atrás, ya se hablaba de estos temas? ¿Cómo pudieron saber de estos temas los personajes de la Biblia? ¿Cómo es que sabían que los tiempos  iban a pasar rápido? En la Biblia hay evidentes señales científicas que deben ser tomadas en cuenta.
 Actualmente, nuestras sociedades viven tiempos de crisis de fe, a pesar de que existen libros como la Biblia que muestran hechos evidentes de una visión superior de las cosas. El hombre de hoy adolece de falta de diálogo consigo mismo, con su familia, y con los demás. Desconoce sus emociones y sentimientos; y, lo que es peor, no sabe cómo expresarlos. A esto se aúna el desconocimiento de la palabra de Dios.
Todo ello ha permitido que el ser humano pierda el sentido de vivir y tenga una visión materialista de la vida. Él cree que la vida solo significa conseguir logros económicos, profesionales, etc., lo cual no le permite descubrir la luz interior que posee. Por ello  vive en la oscuridad. No obstante, brilla siempre la luz de la esperanza para el cambio personal y de la humanidad. Esa luz es el conocimiento de Dios.
Respecto a la complejidad del hombre, el doctor Wayne Dyer, autor del libro Tus Zonas Erróneas sostiene que al hombre se le ha concedido un cuerpo perfecto para alojar su ser interior invisible durante unos breves momentos de eternidad.¿Qué debemos hacer entonces para recibir la ayuda de Dios en nuestras vidas? La respuesta es fácil, y es sacada del Nuevo Testamento:
1)  PIDE (da una orden al universo, deja que el universo sepa lo que quieres. El universo responderá tus pensamientos).
2)  TEN FE (confía que ya es tuyo lo que pides. Ten una fe a toda prueba)
3) RECIBE (Empieza a sentirte cómo te sentirás cuando te sea dado lo que pides)
4) DA GRACIAS (Este último paso es importante: da gracias a Dios por todo lo que hace por ti)
Asimismo, la científica Rhonda Byrne, en su libro El Secreto, nos recuerda a Mateo 21: 22, cuando nos dice: “Y todo cuanto pidiereis en la oración, si tenéis fe lo alcanzarás”. Asimismo, el Pastor Evangélico Martín Luther King nos dice: “Da el primer paso con la fe. No tienes por qué ver toda la escalera. Basta con que subas el primer peldaño”.

Todo este aspecto, referente a la fe, tiene que basarse, complementariamente, en la autodisciplina y en la capacidad de motivación de cada uno para conseguir las metas que se propone.